Inauguración de la Fase 2 de Teck Quebrada Blanca: Alcalde Patricio Ferreira celebra impacto en la región
El Alcalde Patricio Ferreira Rivera se sumó a las festividades que marcaron la inauguración de la Nueva Fase Operacional de Teck Quebrada Blanca, un ambicioso proyecto de inversión canadiense valorado en más de 8.000 millones de dólares estadounidenses. Esta iniciativa, que anualmente producirá más de 300,000 toneladas de cobre fino, ha despertado expectativas y entusiasmo en la región.
Después de disfrutar de un evento cultural y gastronómico en el Paseo Baquedano de Iquique, que transportó a los asistentes a la época de los años ’30, el Alcalde Ferreira se unió al acto principal que tuvo lugar en el Puerto de Teck Quebrada Blanca, en Patache Norte. La presencia del Presidente de la República, Gabriel Boric, el CEO Jonathan Price y la Vicepresidenta Sudamérica, Amparo Cornejo de la compañía minera, junto con ministros, embajadores, autoridades regionales y comunales, representantes de la industria chilena e internacional, comunidades rurales y caletas, reflejó la magnitud y relevancia de este hito.
El Alcalde Ferreira no pasó por alto el significativo impacto que esta inversión traerá a la región. En sus declaraciones, expresó su esperanza de que el proyecto beneficie a los residentes de Alto Hospicio, no solo a través de la creación de empleos y la generación de servicios, sino también a través de contribuciones directas a la comunidad.
El proyecto Quebrada Blanca Fase 2 (QB2) de Teck, que se convertirá en una de las operaciones de cobre más grandes del mundo, se desarrollará bajo el yacimiento actual de la operación Quebrada Blanca. Ubicado a una altitud de 4,400 metros sobre el nivel del mar, a unos 240 kilómetros al sureste de Alto Hospicio, este proyecto representa un hito en la industria minera y promete traer un impulso económico significativo a la región y al país en su conjunto.
La inauguración de esta nueva fase de Teck Quebrada Blanca marca un paso importante en la historia económica y social de la región, y su impacto se espera que sea sentido a lo largo de los años venideros. La inversión canadiense no solo fortalecerá la posición de Chile en la industria del cobre, sino que también contribuirá al bienestar de sus habitantes y al desarrollo sostenible de la región.